Exigir a los  candidatos modelo de presupuesto desarrollista y superavitario La ciudadanía, constituida en electorado, tendría que exigir a los aspirantes a cargos electivos la adopción de un nuevo modelo de Presupuesto General de la Nación (PGN), reclamo que podría formalizarlo a través de sus respectivos gremios y comunidades, o como individualidad vía redes sociales.

La idea es promover en la conciencia colectiva la perentoriedad de transparentar las cuentas públicas, ofreciendo a la población una ejecución presupuestaria rectilínea en que los egresos se  equiparen a los ingresos presuntos, de modo a contrarrestar los astronómicos déficits a que nos tienen habituados las autoridades legislativas y del gobierno central.

La gestión idónea y, por sobretodo, honorable de los mandatarios y técnicos encargados de administrar los fondos contributivos dotando al Estado de los recursos indispensables para realizar los programas anuales de acción social y los planes de desarrollo, se instituye en la piedra angular a partir de la cual se construirá un esquema de trabajo dirigido a fortalecer las potencialidades del país, en un esfuerzo compartido por brindar a los compatriotas superiores estándares de vida.

Aspiramos a que esta página web se erija en una caja de resonancia que difunda el creciente malestar y la condena de la gente hacia aquellas inmorales e ilícitas prácticas manifestadas en el asalto aleve a las arcas públicas y la dilapidación del patrimonio nacional, provocando cual oprobioso desenlace el incremento de la fortuna personal mal habida de unos pocos a costa del empobrecimiento sostenido de muchos, particularmente de las franjas ciudadanas más vulnerables.

PRESUPUESTO DEFICITARIO Y PREBENDARIO

Sin excepciones, en todas las reparticiones oficiales, centralizadas y descentralizadas, se advierten variedades y diversidades de despojos (robos) de las partidas presupuestarias asignadas, merced a un PGN diseñado bajo los auspicios de la corrupción, el prebendarismo, el clientelismo político y la mentalidad criminal.

Los políticos locales de los tiempos modernos, salvo honrosas excepciones, se han confabulado, sin discriminación de signos partidarios, en la creación de un PGN artificiosamente abultado y abierto al atraco, una auténtica “vaca lechera” que figuradamente surte del nutritivo brebaje a una élite de funcionarios venales que escandalosamente lucran con el dinero de los contribuyentes.

La denuncia responsable y el castigo en las urnas el día de las elecciones, son facturas que la ciudadanía honesta y laboriosa debe extender a aquellos “servidores” del Estado que contaminan su cometido burocrático y traicionan su mandato constitucional en aras de ambiciones desmedidas y codicias inconfesables.

Hay que vencer la indiferencia y la apatía, elevar pacífica pero enérgica y tenazmente la voz de indignación y protesta por tantas tropelías perpetradas contra el tesoro nacional por unos cuantos malhechores de guantes blancos amparados en la complicidad silenciosa de las cofradías emergidas para disimular la seguidilla ininterrumpida de desfalcos que avivan la miseria, acrecienta la marginalidad, bloquea la igualdad de oportunidades, y excitan a la rebelión de las masas.

MORAL PÚBLICA DISOLUTA

El Paraguay que Queremos transmite la preocupación in crescendo en torno a la aguda crisis que afecta a la moral pública y privada, el contubernio bastardo entre funcionarios y cierta casta de particulares que se asocian para burlar las normativas que regulan el impoluto y cabal uso del erario, en una suerte de complot orientado a explotar en beneficio propio la ley financiera matriz del Estado ante el guiño alcahuete de jueces, fiscales y contralores.

La indigencia galopante de niños, indígenas y menesterosos en situación de calle que pueblan cotidianamente las principales arterias del casco urbano de localidades cabeceras, es una visible muestra de la indolencia de una sociedad al parecer inmunizada contra las penurias soportadas por los desheredados.

Pese a ese evidente panorama de perversión, libertinaje e impudicia que trastocan los valores éticos de los funcionarios públicos, llama fuertemente la atención de que los comunicadores, profesionales y demás componentes de la ciudadanía organizada no demanden a los candidatos a presidente, senadores, diputados, gobernadores, etc., un compromiso escrito refrendado incluso por Escribanía en que éstos aseguren a sus mandantes la confección y sanción de un paradigma de PGN, cuyo objetivo cardinal sea construir una sólida economía puesta al servicio del bienestar estable de todos, sin exclusiones.

El Gobierno en una coyuntura dada empezó a apuntar las «responsabilidades» de los partidos políticos que frenan la evolución cuantitativa y cualitativa del Paraguay, al vetar el PGN 2018, absolutamente deficitario, en que el 96% de los fondos estimados son para afrontar gastos rígidos, restando apenas un remanente de 4% para impulsar proyectos de desarrollo, arrojando al bote de desperdicios la Ley de responsabilidad fiscal, con el falaz argumento de que una ley deroga otra ley.

DESMONTAR ESQUEMA PRESUPUESTARIO PERVERSO

Los sectores críticos e informados de la población, esas fracciones independientes que no se dejan engañar por las patrañas proselitistas, se ensanchan aceleradamente y en ellos depositamos nuestra esperanza para finalmente doblegar la visión política torcida de quienes depravan y depredan el PGN para solventar multiplicidad de canonjías y sinecuras que sumen a la patria en la ignominia y la desventura.

Restaurar este arquetipo de PGN rancio y con ropaje delictuoso es la consigna capital de la hora. Una urgente e inaplazable reforma constitucional habrá de poner límites que contengan los gastos corrientes, prescribir con rango legislativo los egresos rígidos, paso previo y obligado para el saneamiento presupuestario de las entidades centralizadas y descentralizadas.

Esta renovada figura constitucional (si se procede a una reforma de la ley fundamental para poner techo a los gastos corrientes), tendrá que aprobarse antes del 30 de noviembre de cada año fiscal, conforme a la ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. (Sería interesante plantear también un nuevo marco legal de Responsabilidad de la Administración Publica).

Un PGN que aliente la formación de mano de obra calificada, la capacitación constante de los recursos humanos y la industrialización masiva de los bienes primarios e insumos agropecuarios, estimulará, en simultáneo, la competitividad de la producción nacional conquistando nuevos mercados y afianzando las plazas disponibles, derivando, en definitivas, en la neutralización de la desocupación y el sub empleo, causas recurrentes de la delincuencia y el resentimiento social.

Reducir sustancialmente y someter a estricto control los gastos corrientes y, en contrapartida, vigorizar las inversiones públicas que arrastran prosperidad y bonanza, representa la fórmula precisa, la receta inteligente para alcanzar un PGN perfeccionado que nos libere de las garras del infra desarrollo crónico.-

Compartir esto