Por Gerardo Meza C.(*)
Independencia del Banco Central. En la modificación de la carta orgánica del BCP, lo más importante es la independencia y los objetivos de la política económica del Banco Central.
La principal responsabilidad que tiene un Banco Central es la emisión de dinero. Tiene que emitir exactamente la cantidad de dinero que hace falta para que la economía funcione adecuadamente y se realicen todas las transacciones económicas.
Si hace bien su trabajo, los precios de los bienes y servicios tenderán a estabilizarse y la inflación será baja, estable y predecible. Una inflación baja es beneficiosa para la ciudadanía, porque mantiene el poder adquisitivo de sus ingresos y puede planificar mejor sus niveles de consumo, ahorro, inversión y endeudamiento.
La reforma de los Bancos Centrales de los gobiernos Bolivarianos del siglo XXI, fue estrictamente de carácter ideológico, en particular en su artículo: El BC tienen por finalidad promover, en el marco de las políticas establecidas por el Gobierno nacional, la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social.
Lo que se puede observar en esta reforma del Central, es que un solo objetivo, el del empleo se ha cumplido a media; el resto no. Los Gobiernos Bolivarianos, en su afán de acelerar el crecimiento económico, emprendían grandes programas de gasto público sin el financiamiento genuino, que debería de provenir de la recaudación de impuestos. De esta manera, incurrían en grandes déficits fiscales, que inicialmente se financiaban con la emisión de bonos soberanos, pero cuando ya no existía demanda para los bonos, empezaban a sobregirar la cuenta corriente y a solicitar préstamos al Banco Central para seguir con los planes de desarrollo. (Durante casi todo el siglo XX, los Bancos Centrales fueron dependientes del Ministerio de Hacienda de los países, y las experiencias fueron desastrosas).
En este proceso, la emisión de dinero por parte del Banco Central pasaba a depender de la necesidad de financiamiento del déficit fiscal. Cada vez que necesitaba, el Ministro de Hacienda le ordenaba al Banco Central que le otorgase un préstamo, y este utilizaba la maquinita para imprimir billetes para pagar las cuentas públicas.
Como resultado, surgieron los periodos de grandes inflaciones; muy estudiado es el caso de Alemania en la década de 1920 y los de Venezuela, Argentina de hoy y Brasil en la década del 80.
Mientras que los países desarrollados, los BC tienen como único objetivo preservar el valor de la moneda. Como lo hace la FED en los Estados Unidos, el Banco Central Europeo en la Comunidad Europea entre otros, tienen como único objetivo preservar el valor de la moneda.
La inflación es un impuesto extremadamente injusto, porque genera una redistribución de ingresos muy regresiva. La pagan aquellos que tienen ingresos fijos, como los asalariados, los jubilados, etc., y les benefician a aquellos que tienen ingresos variables, que pueden reajustar sus precios continuamente, como los comerciantes y los productores.
Por esta razón, los economistas, durante las décadas del 70 y 80, discutieron las mejores opciones para crear un mecanismo institucional que garantice una buena administración de la emisión de dinero y mantener la inflación baja y estable, para beneficio de la ciudadanía. Se llegó a un consenso que básicamente consiste en lo siguiente:
Primero, es necesario que la emisión de dinero sea monopolizada por una institución autónoma e independiente del Gobierno, de sectores económicos, políticos y sociales: un Banco Central Independiente.
Para garantizar la independencia, el nombramiento y la remoción de los directores deben ser realizados con acuerdo del Congreso, tener estabilidad durante su mandato y recaer en personas con conocimiento y experiencia.
Segundo, el Banco Central debe tener un único mandato: mantener la estabilidad de precios. De manera secundaria puede tener otros objetivos, pero siempre supeditado al mandato principal.
Tercero, el Banco Central no puede otorgar préstamos al Tesoro. (En el Paraguay ADELANTOS. La Ley 489/95 permite dar adelantos presupuestarios de hasta el 10% de la recaudación tributaria presupuestada, que deben ser cubiertos en el transcurso del mismo ejercicio fiscal al otorgado (antes del 31 de diciembre del año en que se dio el adelanto).
Cuarto, la implementación de la política monetaria basada en un esquema de metas de inflación, con una flexibilidad de aplicar las medidas necesarias para mantener la inflación dentro de la meta establecida.
Esta es la base de la política monetaria aplicada por la mayoría de los países desarrollados y emergentes.
En Paraguay hemos hecho un buen trabajo en esta área. La inflación promedio desde 1960 es alrededor de 12%, En el 2017 cerró alrededor del 4,5%. Nunca tuvimos una hiperinflación y mantenemos la misma moneda desde la creación del guaraní, en 1943. No cambiemos una de las pocas cosas que han funcionado bien en nuestro país.
La Independencia del BCP es necesaria, porque los efectos de la política monetaria solo se manifiestan con largos retardos y porque los resultados que busca la política monetaria no se obtienen de un día para otros. Esa es la explicación y la ideología debe quedar de lado. El tema principal es tener un Banco Central Independiente.
Independencia del BCP se define como el hecho de tener independencia para elegir y mover libremente los instrumentos, las reservas internacionales, las tasas de interés, la cantidad de dinero y el tipo de cambio, pero no para determinar los objetivos, como la tasa de inflación y los niveles de crecimiento del PBI.
(*)Economista: Autor del Plan de Gestión Estratégico del BCP