Los Motores para el Desarrollo del pais: El Biodiesel y nuestra energía hidroeléctrica de la Binacionales.
En toda América Latina, el etanol que se utiliza como biocombustible es obtenido a partir de la caña de azúcar, aceite de soja, entre otros. Los ingenios que producen azúcar y etanol funcionan, por razones técnicas, sólo mientras dure la zafra, aproximadamente 180 días en el año. Existen tecnologías modernas que permiten utilizar estas instalaciones el resto del año utilizando otras materias primas como la mandioca, el sorgo dulce, el maíz, el girasol, aceite de soja, entre otros.
Paraguay podría incorporar esas técnicas y tecnologías para la industrialización de estas materias primas y cumplir con sus exigentes normas y requerimientos del Biodiesel.
Por razones económicas difícilmente la caña se transporte a más de unas decenas de kilómetros para ser procesada. Luego, la producción de etanol no solo potenciará la agricultura sino también la industria nacional.
El biodiesel se puede producir a partir de cualquier aceite vegetal o animal.
Existe en el país una muy eficiente cadena de producción integrada de aceite de soja, a partir de la misma se puede abordar la producción de biodiesel en forma rápida y económica.
La mayoría de las Empresas de Escudería (marcas) paraguayas, como sea PUMA, BARCOS Y RODADOS, COPETROL entre otros, deben comenzar el proceso industrial de producción de biodiesel, estableciendo planta productora, y de esta forma darle valor agregado a nuestras materias primas, y con esta política de industrialización del país, vamos a dejar de depender del petrodiésel o gasóleos obtenido del petróleo, y también de los vaivenes de los precios internacionales, y de las guerras, como en este momento de la Invasión de Rusia a Ucrania.
Hoy día el tema de los biocombustibles ha cobrado mucha fuerza y ha despertado gran interés en varios países, el Gobierno de turno debe incorporar dentro de las áreas estratégicas en las que basan sus políticas de gobierno. Esto se debe a la alta y costosa dependencia del petróleo en sus matrices energéticas, sumada a las oscilaciones en su precio con permanente alta tendencia alcista, o por la guerra de Rusia y Ucrania.
Petropar siempre termina ajustando sus precios finales de gasoíl, ya que la petrolera estatal depende de los precios internacionales y de las variaciones de los tipos de cambios (las guerras de las monedas y también la guerra de Rusia con Ucrania) es bastante impredecible en sus decisiones, que efectivamente, la estatal alza el precio cuando no tiene que subir y también disminuye cuando aún no están dadas las condiciones, por lo que de concretarse alguna variación, que depende de los vaivenes de las guerras de las monedas, y de las guerras entre los países productores del Petróleo.(Que utilizan como arma sus petróleo).
Hace tiempo con esta política de Desarrollo de industrializar nuestras materias primas. Petropar ya no debería ser el parámetro válido para la medición de precios, en cuanto a los ´´Biodiesel´´ En este momento, la cotización internacional del petróleo y sus derivados tampoco justificarían en ese sentido que se registre a nivel interno e internacional la suba del mismo producto.
La estatal, y lo del privado, permanentemente aumenta el precio de los derivados del petróleo. Cabe destacar que la petrolera(Petropar) hoy ya no tiene el “monopolio de hecho” en el mercado del gasoíl. Históricamente, el precio de este combustible fue manejado políticamente, y hoy con la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que ocasionan fuertes perjuicios a toda la economía nacional.
Es por ello que el gobierno de turno tiene que cambiar esta “Matriz energética”, para los transporte públicos y vehículos privados, que sean todos eléctricos, utilizando nuestra energía hidroeléctrico de Itaipu y Yacyreta, para definitivamente de la dependencia de los combustibles de origen fósil.
Si en cambio la producción de este biocombustible se realiza a partir de cultivos como la soja, mandioca, algodón, el sorgo dulce, el maíz, el girasol y no tradicionales como la jatropha, esto permitirá incorporar a la producción tierras semiáridas, aprovechando la inmensa resistencia de esta planta a las condiciones ambientales más hostiles.
Existen, además, inmensas áreas y zonas de tierras en el país, conflictivas, marginales, actualmente incultas, que requieren la presencia del Estado, grandes inversiones en infraestructura, sistemas de riego y fertilizantes para entrar en producción. Para erigirse en un aliado importante y en una industria que apoyará proyectos de tipo social y desarrollo rural, incluyendo temas de equidad y de redistribución de ingresos en nuestro país.
En las Zonas más conflictivas, (San Pedro, Concepción entre otros), Implantar el proyecto Industria (fabrica) del Agricultor para organizar a los productores en asociaciones, con el objetivo de dar valor agregado, a los productos reunidos podrán mejorar la calidad de sus productos, industrializarlos y venderlos con mayor ventaja. Los productores reunidos en las Fábricas del Agricultor, deben recibir financiación y asistencia técnica para desarrollar procesos industriales para sus productos agrícolas o pecuarios.
Que el departamento de San Pedro ha sido prácticamente abandonado por los sucesivos gobiernos, es una realidad manifiesta que ya ni siquiera sorprende, aunque indudablemente indigna. Sabiendo perfectamente que se trata de una de las jurisdicciones políticas menos favorecidas del país, lo lógico hubiera sido que las distintas administraciones del Estado enfocaran su acción en esa región, impulsando las políticas que tendieran a paliar los graves déficits existentes en materia social y también productiva.
Los nuevos precios internacionales de los productos agrícolas potenciarán el interés de los empresarios en realizar esas inversiones, aumentando de esta forma no solo el valor sino también el volumen de nuestras exportaciones.
El BIODIESEL y nuestra energía hidroeléctrica de las Binacionales debería ser los Motores de desarrollo del país, para dar oportunidad de trabajo digno a nuestros campesinos y sacarle de la pobreza y la marginalidad de nuestro pueblo.
Todo esto traerá aparejado una bonanza económica para los productores rurales y la población en general , si los sistemas impositivos funcionan correctamente, para la economía en general. Esto nos induce a reconocer que, por su potencial y por la manera en que se expanden, representan una estrategia, para que sea los motores principales de la economía, y reducir la pobreza y crear empleos, salud, seguridad entre otros y llevar a un Nuevo Paraguay que queremos